sábado, 1 de junio de 2013

Una historieta que trata sobre cómo una bebida puede influir en el destino

¿Café o té? Esta pregunta se hacen todos los gastrónomos del mundo. Por supuesto, podemos decir que la preferencia depende del sabor de cada uno de nosotros. Pero yo tengo otra razón. No me gusta el café desde hace mucho tiempo, porque me destruyó un momento muy importante.
Era un día buenísimo. Todavía nada predecía una catástrofe... Estaba preparándome para una cita con el chico de mis sueños. Eran ya las 18, cuando él fue a mi casa para llevarme a un restaurante. Toda la tarde disfrutábamos de nuestro tiempo. Pasaron 4 horas desde el principio de nuestra reunión. Aun era realmente amable y divertido, me puse soñolienta. Decidí pedir un café. Cuando el camarero trajo la bebida, yo moví mi mano y eché todo al mi compañero. En su camisa (¡blanca!), apareció una gran mancha y se puso nervioso. Dijo que nunca jamás se encontraría conmigo, porque no le gustaban las torpes. Estaba muy avergonzada, pero ya no podía hacer nada.
una foto adoptada de: http://solucoeslucymizael.com.br/tag/cafe/
Así que, ¿cómo me podría gustar el café? Tal vez un día cambiaré de mi opinión, pero por ahora lo detesto. 

                 







                   
                       ¿Y vosotros
       ¿Cuáles son vuestras experiencias y preferencias?








Małgorzata Tracz

No hay comentarios:

Publicar un comentario